TONTO DE VERANO, DON SIMÓN, TONTO DE VERANO PA´LA SED...
Si un acto sanferminero suscita la atención de todos, máximos mandamases de la ciudad, mandatarios en cualquier grado de la misma, autoridades políticas, económicas, civiles, militares, religiosas y populacho contento y descontento con ellas, éste es la procesión, desfile que, en honor del morenito latino, discurre la mañana del 7 por las calles de la Pamplona. Por si algún despistao no sabe de qué estamos hablando, ahí van unos apuntes sobre quién es quién en semejante circo: junto con el final de cada jornada laboral de gigantes y cabezudos –desembocando éstas en las ya tradicionales ratoneras de silletas patrullando en todas direcciones-, las inexcusables incursiones nocturnas por la Jarauta o tratar de acceder a un autobús urbano el sábado tras los fuegos, uno de los actos más multitudinarios de los Sanfermines.
QUIÉN ES QUIÉN EN LA PROCESIÓN
. La Imagen de San Fermín: los 364 kilos de talla de madera, peana incluida, tan tumultuosa y primitivamente paseada representan un relicario del siglo XV que, guarnecido en plata en 1687, porta en el óvalo del pecho incluso presuntas reliquias del citado. Aupado sobre seis porteadores de estatura mediana (para que el santo dé sensación de cercanía a la ciudadanía), saltan a la vista rasgos suyos tan referenciales como el color y tamaño, ya comentados en otra entrada.
. Comparsas Varias (más allá de la de Gigantes y Cabezudos): dícese del pelota e interesado séquito integrado por todo tipo de aduladores, figurantes y delincuentes de guante blanco y pañuelico rojo que acompaña a los principales actores del espectáculo: portadores de las cruces denominadas “de San Lorenzo” y “Arzobispal”, Cofradía de la Virgen del Carmen, Hermandad de la Pasión, Congregación Mariana, Gremios Históricos de carpinteros y labradores, abanderado con la “Ikurra” de la ciudad, el Cabestro Catedralicio, Maceros y Maderos varios ya con traje de gala, de faena o de pamplonicas, con gafas de sol y pegatinas reivindicativas incluso, los más peligrosos. Dentro de este bloque, no conviene olvidarse de los guardaespaldas o escoltas, subespecie de tantos pelajes como falta de escrúpulos a la caza siempre del terrorista rojo. En este marco, de los terroristas blanqui-rojos…
. Los que marcan los sones a bailar: más allá de los txistularis, los clarineros, la Banda Municipal de Música “La Pamplonesa” y los timbaleros (responsables estos últimos de hacer sonar los timbales; no confundir con los concejales o encargados de la timba política habitual), los que durante todo el año dan la espalda al pueblo: la alcaldesa y su camarilla/corporación municipal, respaldada por poderes fácticos locales como la cónsul de Merindades, los máximos responsables de los policromáticos cuerpos policiales y sus uniformados chicos y el señor obispo.
. Los que bailan al son que les tocan: más allá de los dantzaris, los adocenados ciudadanos que no dudan en aplaudir al paso de tan circense cortejo, dando la espalda a las reivindicaciones de sus conciudadanos menos manipulables.
. Los que dan la cara: los aguerridos ciudadanos que con su actitud no pasiva no dudan en tratar de despertar las conciencias de sus conciudadanos más manipulados y abducidos por el Poder: ¡un hurra por los mismos!
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