LOS GOBIERNOS VASCO, ESPAÑOL Y EUROPEOS NO ESTÁN EN TREGUA: INFORMACIÓN Y AGITACIÓN, TAMPOCO. CONTRA LOS RECORTES NO TE CORTES, KAÑA!!



27.8.13

MARGALLO, EL PROBLEMA ‘EGIPCIO’ Y EL PROBLEMA VASCO


En días como estos, marcados entre otras serpientes de verano por el intento de desestabilizar las fiestas de Bilbao mediante la criminalización de su txupinera; con la Audiencia Nacional, en aras de fabricar pruebas para posibles ilegalizaciones, ordenando vigilar incluso a las comparsas por si pudieran cometer actos delictivos de apoyo a los presos, la realidad no deja de sorprendernos con noticias como esta: que España se oponga a la ilegalización de los Hermanos Musulmanes. Que su ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo, haya pedido “el cese de la violencia” y un “diálogo inclusivo”. En Egipto, claro. Dialogar con los citados Hermanos Musulmanes, en vez de, tal y como su colega de Interior –y demás corifeos- pedirían en el Estado, hacerlo entre los que se oponen a ellos… Con el fin de machacarlos. Ah, y al abrigo de la fuerza del “estado de derecho”. Con este cayendo sobre sus espaldas, como sucede por aquí.

Y es que la cosa tiene su gracia, el ministro de Asuntos Exteriores español pidiendo de puertas para fuera justamente lo contrario de lo que, de puertas para dentro, hace el Estado con la denominada izquierda abertzale, en aras de la resolución de los problemas. De un problema como el denominado problema vasco, cuya pervivencia en el tiempo, al igual que lo de Gibraltar; le viene de perlas al ejecutivo de Rajoy para tener al pueblo distraído. Con violencia o sin ella, para mantener entretenidas las tertulias, mirando para dichos lados. En fin, una vez más, consejos vendo y para mí no tengo. Dime de qué presumes y te diré, te diré… Hipócritas. Qué vergüenza o qué falta de vergüenza.



MANOLO ASCODÁS, LOS MONOS DE GIBRALTAR

13.8.13

BRAVATAS Y FRAGATAS



Una vez que según la versión oficial española, Rajoy le leyera la cartilla a su homólogo inglés (“se acabó el recreo en Gibraltar”, he aquí qué añadió al respecto su segundo de a bordo, el ministro de asuntos exteriores), tras las bravatas lanzadas y jaleadas por los habituales palmeros del régimen, en menos que lo que dura un recreo ya están camino de las aguas del Peñón las fragatas inglesas; de maniobras, dicen. Tras las bravuconadas del pusilánime Mariano –y coristas-, ya han llegado los barcos de guerra de Cameron. En fin. ¿Lo malo del asunto? Que, a la vista de las circunstancias, el estado español responda a los hijos de la pérfida Albión como por desgracia cabe esperarse, a la vista de su debilidad. De la manifiesta falta de espíritu y valor de sus dirigentes para abordar las crisis cuando estas son palabras mayores: hostigando a los de casa, como el niño chico que, víctima de acoso en el colegio, proyecta su frustración en sus hermanos pequeños. Haciéndoles pagar los platos rotos a otros niños más indefensos, en aras de camuflar su debilidad: lo malo del asunto, que la respuesta española a los ingleses consista en organizar unas maniobras militares exprés… ¡en cualquier punto de Euskal Herria! Al tiempo…